El
ultrasonido 4D es una técnica que permite diagnosticar y valorar mediante ecografías
(ultrasonidos) imágenes del interior en la anatomía del cuerpo humano.
Su
uso más común es durante el embarazo, proporcionando imágenes del desarrollo
fetal. Se recomienda realizar en las semanas 24 a la 34 del desarrollo
fetal, periodo en que es posible apreciar con mayor claridad la estructura del
bebé.